No quiero que vean la luna, quiero que viajen a ella.

Quisiera no seguir creciendo, se lo cliché que suena, pero tengo miedo de terminar como el resto.
No quiero casarme, ni tener hijos. No quiero terminar sumergida en una aburrida, absurda y monótoma rutina. Alejenme de cocinar tres veces al día para alguien más, Alejenme de lo que la gente piensa que es lo que debo hacer. Quiero ser yo, y quiero ser libre. Yo quiero pensar. Yo quiero, quiero ser mi propio hogar. Y no me importará lo que piensen los demás. Si, quizás quiero cambiar el mundo, quizás quiero soñar, quizás quiero que todos mis objetivos en esta vida sean irrealistas. Pero qué hay de malo en eso? Qué hay de malo en tener grandes metas? Qué hay de malo en querer hacer una diferencia? Qué hay de malo en querer hacer algo que nadie más ha hecho? Qué hay de malo en creer que puedo hacerlo.

No creo tener un «plan» para lo que sigue pero si lo tuviese, realmente no es el que la mayoría podría pensar que debería tener. Mi plan no es formar una «familia» no voy a traer a una nueva criatura a este mundo. No quiero hacerlo.
Lo que quiero es ser una guía para los que ya estén aquí y me necesiten. Quiero ayudar y quiero enseñar a niños y a personas jóvenes. Quiero despertar a una nueva generación.
Y el punto no será en que piensen en la forma en la que yo pienso, sino que piensen. Quiero que esta nueva generación cree su propia rebelión, pero una que se centre primero en su interior.
No quiero revolucionarios, quiero rebeldes.
Quiero que sean ellos su propio sistema. Un sistema completo. Un sistema dual.
Quiero enseñarles a dudar más que a creer, pero al mismo tiempo quiero que aprendan a confiar en ellos mismos. Quiero que no crean en todo lo que vean ni lo que oigan. De hecho quisiera que dudaran hasta de aquello que puedan llegar a escuchar dentro de su mente. Hay una voz aún mas interna que cualquier otra «voz mental», esa es su única y verdadera voz, y esa es a la que quiero que escuchen y le presten atención.
Quiero enseñarles a dominar el miedo. A sobrevivir pero no a vivir sobreviviendo.
Les enseñare a permanecer callados, cuando crean que deban hacerlo. Porque esta sociedad no le teme al ruido, le teme al silencio. Le teme a aquellos que no divulgan lo que están haciendo. Le teme a aquellos que parecen estar dormidos por fuera pero están más que despiertos por dentro.
Quiero que esta nueva generación no se quede en el limbo. Quiero que aprendan que la verdad está dentro de ellos mismos, que su interior es el centro de todas las respuestas que buscan. Quiero que aprendan que el verdadero poder y la verdadera sabiduría está en llegar a conocerse, dominarse, comprenderse y estudiarse a uno mismo.
Quiero que logren descifrar sus pensamientos.
Quiero enseñarles que el caos y la paz, los dos, se encuentran dentro de ellos. Quiero enseñarles que la mayoría de cosas en esta vida, se comportan como espejos.
Una vez más, no quiero que lleguen a tener mi forma de pensar, quiero que busquen y encuentren la de ellos.
Quiero que aprendan a ser mentalmente y emocionalmente fuertes, quiero enseñarles a pelear con algo más que con la fuerza física.
Quiero que escriban libros, no que los lean.
Quiero que no aprendan sólo a cuestionar la respuesta, sino también a cuestionar la pregunta.
Quiero que piensen en lo que piensan.
Quiero que no busquen el error en la humanidad, mas bien quiero que lo busquen en la cultura.
Quiero que aprendan a desaprender.
Quiero que quieran entender y quiero que comprendan lo que es realmente comprender. Quiero que quieran querer.
Quiero que sea una clase de enseñanza donde los que aprendan sean los que a ellos mismos se enseñen, donde ellos sean los maestros y el resto, como yo, sea sólo una guía.
Eso y mucho más es lo que quiero hacer. Es lo que realmente sueño y deseo, y sé que lo haré. No quiero que el mundo quede en las manos de las personas equivocadas. No quiero ver como todo se derrumba en frente mío mientras yo no hago nada.

Quiero cambiar el mundo, no conquistarlo.

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